Publicado el 2009/03/31 por Psicóloga Malena Lede
Adolescentes Fuera de Control
En el mundo familiar del adolescente los enfrentamientos son frecuentes porque no siempre la familia entiende el proceso de cambio que está experimentando.
El adolescente comienza este período evolutivo percibiendo el mundo desde una perspectiva diferente, tiene que hacer el duelo por los padres que había idealizado en la niñez y siente la necesidad de cuestionar sus ideologías, sus sistemas de valores y sus formas de ver el mundo.
Los padres también tienen que hacer el duelo por la pérdida de ese hijo pequeño que los amaba sin condiciones y que ahora ha crecido y parece un extraño que los odia.
El adolescente es inestable debido a los cambios biopsicológicos que experimenta, por la inseguridad que le provoca el ambiente social y por su torpeza y dificultad de adaptación frente a las exigencias de su nuevo rol.
El continente más adecuado para él está representado por el grupo, donde puede proyectar las distintas partes de él mismo e identificarse con sus miembros, y aprender a asumir su propio rol y poder decir lo suyo, en un ambiente de pares diferente al de sus padres, sin ser juzgado o criticado.
Para los padres su hijo adolescente los descoloca, no saben cómo tratarlo porque todo esfuerzo parece vano, es difícil entenderlos, hacerlos felices o llegar a lograr con ellos una sana convivencia.
En esta etapa el joven se atreve a desafiar a sus padres para diferenciarse y descubrir su propia identidad, adoptando actitudes agresivas, vocabulario grosero y vulgar, negándose a higienizarse, no respetando rutinas ni horarios, o bien exagerando sus hábitos de limpieza y su perfeccionismo y exigiendo a los demás lo mismo.
Es probable que comparta ideologías extremas porque un adolescente es extremista y omnipotente y es el momento en que está dispuesto a cambiar el mundo.
En esta etapa, en una sociedad compleja, el adolescente es muy vulnerable, porque es común que se sienta desdichado por no lograr lo que desea en forma imperiosa, que es sentirse seguro, y tener la libertad para poder actuar como un adulto.
Hasta los 18 años los padres tienen que hacerse cargo de la conducta de sus hijos, luego de esa edad un adolescente ya es responsable de sus actos y adquiere su emancipación en muchos aspectos.
Antes de esa edad ambos progenitores son los que tienen el control de sus hijos en el hogar y los encargados de poner las reglas y hacerlas cumplir con firmeza; y si quieren ser respetados también deberán cumplir con sus obligaciones como padres.
Es imprescindible que tanto el padre como la madre formen un equipo que se mantenga unido y que se apoye mutuamente en sus decisiones, aunque estén separados o divorciados; y ningún padre deberá desautorizar al otro frente a sus hijos, aunque no esté de acuerdo con su postura, siendo la conducta apropiada hablar en privado sobre sus divergencias.
Los adolescentes fuera de control son los jóvenes que tienen padres permisivos que nunca les han puesto límites; padres que por alguna razón se niegan a cumplir su rol; y ese rol familiar que no se cumple es una posición que nadie puede reemplazar.
Podrá haber algún sustituto que se haga cargo de los menores, si los padres están ausentes, pero su rol será diferente, no será el mismo rol del padre o de la madre, será el rol que corresponde a un sustituto del progenitor que falta.
Un adolescente necesita ser amado y comprendido y deberá recibir el reconocimiento por sus logros aunque sean mínimos.
Se educa a un hijo desde que nace, no con palabras sino con el ejemplo y tanto las reglas como los límites deben existir en el hogar desde el primer día.
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excelente la nota.. felicitaciones!! es muy necesario este tipo de orientaciones, a q hoy en dia, los adolescentes andan muy acelerados.
ResponderEliminarhola Anónimo, muchas gracias por leer y seguirme con tanto entusiasmo, un beso, malena
ResponderEliminarOk no puse límites soy permisiva y mi hija no me respeta me enfrenta incluso me ha endentado físicamente. Ahora que hago?
ResponderEliminarHola Mariana Frías Castro, Si tu hija es menor de edad, lo que tienes que hacer es comenzar a asumir el rol de madre y no ponerte al mismo nivel de una adolescente. A veces las madres no quieren envejecer y se comportan como sus hijas, se visten igual y no parecen sus madres sino sus hermanas o amigas, entonces las hijas las tratan como a una igual.
ResponderEliminarLa madre es solamente madre y hay que aprender a madurar y ejercer la autoridad.
Autoridad significa poner las reglas y hacerlas cumplir y que también tienes que cumplir tu.
Eso se llama enseñarle a tener disciplina.
Si trasgrede las reglas le dices por anticipado que tendrá una sanción y le dirás cuál puede ser, generalmente no debe ser demasiado severa que tu tampoco la puedas cumplir ni tan leve que no le importe. Pero cumplirla A RAJATABLE, con plena conficción y firmeza.
Una madre firme, que no se ablande y no cumpla con las sanciones que impone, también se respeta.
¿Dónde está el padre?
Te recomiendo hacer una terapia familiar.
Hola Mariana Frias Castro.
ResponderEliminarSi tu hija no te respeta es porque no asumes el rol de madre y te comportas como una amiga o compinche.
A veces las madres no quieren madurar y quieren parecer tan jóvenes como sus hijas, se visten igual, y no parecen sus madres, sino una chica como ella.
Desde hoy comienza a ser una madre y asume tu autoridad. Autoridad significa que eres la que pone las reglas y la que las hace cumplir, actuando con firmeza.
Si trasgrede las reglas tendrá una sanción que deberá conocer de antemano, no tan severa que tu tampoco la puedas cumplir ni tan leve que no le importe. Empieza disminuyendo la cantidad de dinero que le das y luego sigue con la televisión apagada durante una hora, o el internet prohibido por dos horas, o le sacas el celular medio día, o pierde el pantalón o la prenda que le ibas a comprar, etc.
Si te comportas firmemente y no le aflojas las cosas cambiarán y ella se sentirá mejor porque por fin tendrá una madre. Los adolescentes están pidiendo a gritos límites.
Escríbe las reglas y las sanciones en un papel y lo pegas en un lugar visible.
Las reglas son iguales para todos los hijos menores. Saludos, malena
Hasta hoy vi esta pagina pero me parece muy importante lo que publica, yo tengo una hija de 20 anos pero parece que esta viviendo su adolecencia ahora, tiene su primer novio y se ha transformado por completo, ya no obecede, ella no pregunta exige, estudia y es buena estudiante pero cree que todo se le tiene que dar, no respeta horarios, no le puedo decir nada y como descubri varias cosas malas que ha hecho ahora dice que no nos soporta y se quuiere ir de la casa que ya no nos aguanta que debo hacer? puedo castigarla todavia?
ResponderEliminarCuando los hijos tienen 20 años ya son mayores de edad, es un adulto y como tal tendrás que aceptar su forma de vivir. Seguramente será como tu, pero primero tiene que vivir su propia experiencia. No puedes hacer nada, sólo rezar.
ResponderEliminarSi es buena estudiante eso ya es mucho, pero ella no te puede exigir nada que tu no le puedas dar. No le puedes decir a la hora que tiene que llegar porque ya es un adulto como tu y tu no le tienes que pedir permiso a ella para hacer lo que deseas.
saludos, male
buenas noches..tengo un sobrino que toda la vida ha sido rebelde.. mi hermana no vive con su papa desde que el nació prácticamente, se ha vuelto atrevido, contesta y agrede a todo el mundo, y ha usado cuchillo amenazándose a el mismo, a su madre y hermanito, se ha intentado cortar las venas y se escapa de la casa por horas... tiene 15 años.. estamos desesperados,que debemos hacer?
ResponderEliminarHola Angélica Alvarez, es obvio que lo que le falta es una figura de autoridad que lo guíe, que tendría que ser el padre. Lo ideal sería que si el padre existe se ocupara de él, incluso que viviera con él, para que se pueda identificar con un hombre y que pueda ser guiado y contenido por él.
ResponderEliminarSi esto no es posible entonces la madre y el hijo tienen que hacer terapia familiar para recibir ambos contención y guía del terapeuta, lo antes posible. saludos, malena