Herman
Melville (1819-1891), nació en New York y pasó su infancia en Albany hasta la
muerte de su padre, cuando él tenía 13 años, que obligó a su madre, hostigada
por las deudas, a trasladarse con sus
hijos a Lansingburgh.
Melville
estudió ingeniería y comenzó a escribir en un diario de ese lugar; pero su carrera
no fue fácil, siempre marcada por su vida aventurera, acosado
por los dramas familiares, con la decepción por los fracasos literarios, la
indiferencia de los críticos y las miserias cotidianas.
Para
Melville, escribir representaba la batalla de todas las batallas, una lucha contra
las penurias del destino y contra sus propios fantasmas, que refleja fielmente
en su obra cumbre “Moby Dick”.
A
los veinte años se embarcó en un barco mercante, como grumete, con destino a
Liverpool; y al volver a Norteamérica fue profesor de escuela durante un tiempo
pero luego volvió a alistarse en un ballenero que se dirigía a los Mares del
Sur, iniciando una etapa en la que predominaría la navegación.
Después
de 18 meses desertó, refugiándose en las Islas Marquesas viviendo entre
caníbales y exóticas mujeres, personajes que aparecerían posteriormente en su
primera obra “Typee”.
Un
barco mercante lo llevó hasta Tahití, donde fue a parar a prisión por desertor,
pero luego continuó su viaje hasta Hawai y de allí pudo retornar a su casa en
una fragata de la marina norteamericana.
Melville
vivió innumerables aventuras en islas remotas, durante cinco años, luego
comenzó a escribir sus historias en las que el mar era su principal referente y
mientras leía los clásicos, participaba de la vida literaria de Boston y New
York.
Conoció
a Elizabeth Shaw, amiga de su hermana e hija de un juez acaudalado, se comprometió con ella cuando terminaba su
segunda obra “Omoo” y se casaron en Boston, pero su matrimonio no fue feliz,
porque pasó de ser un aventurero a un escritor obsesivo que le hizo la vida
imposible a su mujer durante 44 años, con su maltrato, su depresión, el abuso
del alcohol y las dificultades económicas.
Elizabeth
pensó en divorciarse, pero no se atrevió en una época en que el divorcio era
considerado una mala palabra.
El
matrimonio tuvo cuatro hijos, el primero, Malcolm, se suicidó a los 18 años, Stanwix vivió viajando como su padre pero
murió a los 35 años de tuberculosis, la hija mayor, Bessie, padecía de artritis
reumática y permaneció al cuidado de sus padres y la menor, Frances, se casó y tuvo tres hijos.
Con
el tiempo, las cinco primeras novelas de Melville, “Typee”; “Omoo”; “Mardi”; “Redburn”
y “La guerra blanca” con historias de sus viajes, comenzaron a hacerse
populares.
“Moby
Dick”, una alegoría sobre la ballena blanca, resultó ser una de las obras
más importantes de todos los tiempos, pero al ser publicada casi no tuvo
repercusión e inclusive hasta fue rechazada por la meticulosidad en su
desarrollo debido a su obsesión por documentar todo; y ocurrió lo mismo con las
novelas siguientes, como “Pierre o Israel Potter” , los cuentos “Benito “Cereno” y “Bartleby el
escribiente” y poesías como “Clarel, de contenido filosófico.
Moby
Dick es un trabajo enciclopédico con profusión de documentación sobre mitos y
datos científicos y fundamentada en su enorme experiencia en el mar.
Sin
embargo, para algunos, el relato sobre la ballena blanca es una alegoría del
mal, porque mata y destruye todo a su paso.
Su
frustración con la literatura lo impulsó a tomar una decisión radical, aceptar
un trabajo completamente diferente, como inspector de aduanas en New York, en
el que se desempeñó durante 19 años, hasta que finalmente renunció para volver
a dedicarse a su tarea de escritor.
No
obstante, sus libros posteriores a Moby Dick en esa época, también fracasaron.
Fuente:
“El secreto de los genios”; Mauricio Lebedinsky.
MALENA
MALENA
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