Publicado el 2013/11/26 por Psicóloga Malena Lede
El Abuso de Alcohol
Las bebidas alcohólicas, como el vino u otras especialidades, se obtienen de la fermentación de la uva u otras frutas, mientras que la fabricación de bebidas blancas de mayor graduación alcohólica se producen a partir de distintas especies de cereales.
El alcohol de estas bebidas, es absorbido principalmente por el estómago y el resto por el intestino delgado, para luego pasar a la sangre.
Una parte del alcohol se oxida en el hígado y la otra se elimina por los pulmones y en menor proporción por los riñones.
La ingesta de alcohol genera sensación de calor, aceleración cardiaca y vasodilatación periférica; y si se bebe en cantidad, produce un efecto tóxico, cambios de humor, euforia, desinhibición, alteración de la conciencia y del equilibrio, pérdida del control, aumento de la agresividad y de las conductas violentas.
Un bebedor normal, toma con moderación y puede disfrutar de las bebidas alcohólicas, pero el hábito de ingerir alcohol en abundancia en forma frecuente lleva a padecer de una grave enfermedad que es el alcoholismo, y a producir severos daños irreversibles en todos los órganos nobles como el cerebro, el corazón, el hígado o los riñones.
El vino, la cerveza y otras bebidas se elaboran desde hace miles de años, mientras que las que se obtienen de la destilación de los cereales, se conocen a partir del primer milenio de la era cristiana.
El alcohol es una droga que se puede conseguir fácilmente en cualquier negocio a cualquier hora, que se promueve con grandes avisos publicitarios en los medios masivos de comunicación, asociándola con la condición social y el atractivo personal.
La intoxicación alcohólica puede ser aguda o crónica; la forma aguda es el estado ocasional de ebriedad que se produce después de haber ingerido alcohol en exceso con motivo de un festejo; y la forma crónica, que es cuando se consume alcohol en abundancia, todos los días o con frecuencia y se ha convertido en una adicción.
La forma crónica de beber alcohol puede ser progresiva y mortal, tiene gravísimas consecuencias y produce estragos en la vida personal, como la pérdida del trabajo, de los amigos, de la familia y de la dignidad humana.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) describe al alcoholismo como la ingesta diaria de alcohol que supera los 50 gramos en la mujer y 70 en un hombre; como ejemplo, una copa de licor contiene 40 gramos de alcohol, un cuarto litro de vino, 30 gramos y un cuarto litro de cerveza 15 gramos.
Las causas de la adicción al alcohol son fisiológicas, psicológicas, genéticas y sociales.
Un alcohólico también es un depresivo que encuentra en el consumo del alcohol una forma patológica de evadirse de la angustia, la frustración y de todos los avatares de la existencia.
El alcoholismo es una enfermedad de la que una persona se puede recuperar si toma conciencia que está realmente muy enferma.
Existen grupos de autoayuda de “Alcohólicos Anónimos” en todo el mundo que brindan la oportunidad de conseguir la recuperación; pero no la cura definitiva, porque es una adicción que permanecerá latente y que tenderá a volver aparecer en cualquier circunstancia difícil que estos pacientes tengan que enfrentar.
Malena
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