La
película “Música del corazón” narra la historia de Roberta Guaspari, profesora de violín que enseña en una escuela
pública norteamericana del Este de Harlem;
y nos muestra su modo peculiar de enfrentar una situación de crisis laboral
sin recurrir a la huelga o a la protesta callejera, y sin perturbar la vida de
los demás, por más injusta, arbitraria y difíci que esta sea.
Roberta
Guaspari era ama de casa y estaba casada con un marino con quien tuvo dos
hijos.
Había
sacrificado su carrera debido a las exigencias laborales de su esposo, que le
exigían trasladarse de un lugar a otro.
Por
razones que no vienen al caso, la
relación del matrimonio se deterioró hasta que un día él decidió abandonar su
hogar, a su mujer y a sus hijos.
Después
de la separación, Roberta decidió tomar las riendas de su vida con el firme
propósito de no dejar nunca más que nadie se interpusiera a sus deseos de
realizarse y crecer como persona.
Acompañada
de sus hijos dejó su ciudad natal y eligió para vivir un barrio difícil como el
Este de Harlem para dedicarse a enseñar a tocar el violín en una escuela
pública.
Al
principio, no le fue fácil convencer a la directora de la escuela, ni a los
padres de los chicos ni siquiera a los mismos chicos de la importancia del arte
de tocar el violín, pero su pasión por la música y su determinación lograron
vencer todas las barreras y pudo contagiar su entusiasmo a todos, con
increíbles resultados.
Las
clases de violín fueron un éxito, sin embargo, la falta de presupuesto hizo que
después de un tiempo, las autoridades
del colegio se vieran obligados a reducir los gastos, entre ellos las clases de
violín, por lo tanto despidieron a la profesora.
Sin
embargo, Roberta no se dio por vencida y decidió luchar para conservar su
puesto de trabajo; y para lograrlo utilizó todos los medios a su alcance.
En
primer lugar, hizo pública su protesta gracias a la ayuda de un periodista
amigo que además de dar a conocer su situación en su diario, la transmitió a periodistas que conocía de otros diarios
importantes, a quienes les pareció tan interesante la noticia como para
publicarla en primera plana con grandes
titulares.
La
idea era promocionar una función a beneficio en la cual los chicos exhibirían
sus talentos y con el que se podrían conseguir fondos para financiar durante
algún tiempo su sueldo.
Los
padres de los alumnos se solidarizaron con la iniciativa y le dieron todo su
apoyo, aportando su influencia para lograr la presencia de un prestigioso
violinista que aumentaría el interés por el evento y congregaría mayor
afluencia de público.
Al
mismo tiempo lograron la participación desinteresada de un grupo de reconocidos
violinistas quienes contribuirían a brindar mayor brillo al espectáculo.
Ante
impedimentos imprevisibles de último momento que imposibilitaban realizar el
evento en el teatro asignado para el evento, alguien les abrió las puertas del
“Carnegie Hall”, una de las más prestigiosas salas de la ciudad, que superó con
creces los sueños más ambiciosos.
La
función fue un éxito, lo que le permitió a Roberta Guaspari continuar tres años
más en la escuela con los fondos reunidos.
Posteriormente
una entidad privada cubrió su sueldo durante cinco años más, hasta que
finalmente las autoridades de la escuela volvieron a incorporar las clases de
violín al programa oficial.
La
profesora Roberta Guaspari todavía continúa dando clases de violín en esa
escuela.
Malena
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Gran película, se la recomiendo a todo el mundo
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