El insomnio es un trastorno que afecta a gran
cantidad de gente y sus causas pueden ser muchas.
El estrés, la ansiedad, la angustia y la depresión
pueden provocar insomnio, como así también los malos hábitos, la vida
desordenada, las preocupaciones exageradas, el afán por la perfección, el miedo
o la falta de desarrollo personal.
¿Quién alguna vez, aún estando rendido, no tuvo que
abandonar el lecho por no poder conciliar el sueño para quedarse hasta la
madrugada sentado frente al televisor y recién a esa hora poder dormirse?
Nos acostamos cansados, pero en lugar de relajarnos,
olvidarnos de todo y entregarnos al sueño, nuestros pensamientos se empeñan en
repasar todo lo que aconteció durante el día, en intentar infructuosamente de
solucionar problemas, en recordar
discusiones mal resueltas, en proyectar obligaciones del día siguiente, etc.
Cuando el insomnio se hace habitual, irse a dormir
se transforma en un suplicio y se va dilatando ese momento dejando pasar las
horas para que la noche temida sea más corta.
Es así como el temor a no poder dormir se apodera de
la persona y contribuye a aumentar la ansiedad y la angustia.
El que sufre de insomnio ha perdido el ritmo
biológico del sueño.
Naturalmente estamos diseñados para estar en vigilia
durante el día y para dormir de noche.
La luz y la oscuridad son las señales que el cuerpo necesita para dormir
o estar despierto.
La luz artificial nos mantiene despiertos como si
fuera de día, por eso, si nos preparamos para dormir es mejor permanecer en una
habitación con luz difusa, no escuchar música estridente y no ver por
televisión escenas violentas.
Respetar el ritmo biológico del sueño es la mejor
manera de recuperarlo
Para lograrlo, hay que adquirir el hábito de acostarse todas las noches a la misma hora, por ejemplo, a las 23 o 23,30 horas, que es el momento en que el cuerpo, naturalmente, está preparado para dormir.
Una vez pasada esa hora, el organismo interpreta que
si el individuo no responde las señales de sueño es porque necesita permanecer
despierto, por lo tanto segrega las sustancias adecuadas para que pueda
continuar su estado de vigilia y no se
duerma.
Recién a las 2 de la mañana volverá a tener sueño y
podrá irse a la cama.
El temor a no poder dormir los mantendrá despiertos. Relájense de cabeza a pies y dispónganse sólo a descansar, sin para nada si no duermen y controlando sus pensamientos.
El sueño viene sólo y es inútil esforzarse, lo mejor será siempre entregarse.
Todas las células del cuerpo poseen inteligencia y saben lo que tienen que hacer para asegurar la supervivencia y cuando el cuerpo necesita dormir, tiene sueño.
El temor a no poder dormir los mantendrá despiertos. Relájense de cabeza a pies y dispónganse sólo a descansar, sin para nada si no duermen y controlando sus pensamientos.
El sueño viene sólo y es inútil esforzarse, lo mejor será siempre entregarse.
Todas las células del cuerpo poseen inteligencia y saben lo que tienen que hacer para asegurar la supervivencia y cuando el cuerpo necesita dormir, tiene sueño.
Escuchemos los mensajes del cuerpo porque nos
benefician, nos sirven para poder dormir, para nuestro bienestar y para conservar la salud.
Recuperar el ritmo biológico del sueño es el paso
más importante para llegar superar el insomnio.
Malena
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Gracias malean
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