¿Me separo o no me separo? - Psicología Malena Lede



Muchos de mis seguidores me hacen esta pregunta, pero lamentablemente ni yo ni nadie puede ayudarlos a tomar esa decisión, porque son ellos mismos los que tienen que hacerlo.

Pero sí les puedo señalar por qué se producen generalmente las crisis de pareja, los problemas e inconvenientes que acarrean las separaciones, que no son pocos, y el arrepentimiento que siente la mayoría después de un tiempo de estar separados.

Vivir en pareja no es fácil, porque la convivencia desgasta los vínculos, más aún cuando se trata de personas que aún no han madurado lo suficiente como para tener la paciencia y tolerancia que se necesita para discutir sin pelear, para mantener la calma y para no perder el control en cada discusión.

Hay que entender que no siempre se puede hacer la propia voluntad, que la vida en común exige hacer concesiones y negociaciones; y que muchas veces tendrán que ceder para obtener lo que desean.

Cuando una pareja comienza a derrumbarse, no siempre se trata de dificultades entre ellos, sino que puede ser que sean sus propios problemas personales los que los afligen y que afectan su relación.

Lo más frecuente es que alguno de los dos, o ambos, estén pasando por una crisis existencial, o sea, que se sientan fracasados, aburridos de su trabajo, estancados en una posición y con la sensación de estar perdiendo el tiempo sin poder sacar el suficiente provecho a la vida.

Como es difícil aceptar los propios conflictos, entonces estos problemas se proyectan en la pareja.

Una crisis implica la posibilidad de un cambio positivo, porque cuando se está cómodo todo sigue igual. Pero no se trata de deshacer lo hecho sino de construir algo nuevo y diferente.

Cambiar es difícil y a veces las relaciones pueden ser obstáculos para la propia realización.
Sin embargo, no se trata de cambiar una cosa por otra sino de buscar la mejor forma de conciliar distintos objetivos.

Estar en pareja exige proximidad, acercamiento, intimidad; por lo tanto cualquier decisión que signifique sacrificar esta necesidad, como elegir vivir en otro lugar por cuestiones de trabajo, puede conducir inevitablemente al fracaso.

A menos que se trate de una pareja muy sólida, la distancia suele favorecer la infidelidad y la disolución del vínculo.

Aunque una pareja se separe no siempre la relación se rompe en forma definitiva porque es muy común que ambos se arrepientan, incluso estando ya con otras parejas.

La infidelidad es un acto de deslealtad que es difícil perdonar, y es una de las causas de las separaciones, sin embargo, antes de condenar es mejor saber qué es lo que estaba pasando en la pareja que hizo que la provocara.

Las crisis de pareja siempre son positivas porque permiten corregir el rumbo, darse cuenta de qué es lo que les falta o que es lo que les sobra para ser felices y cambiar.

Antes de separarse tienen que resolver los problemas personales, para eventualmente poder separarse en el mejor de los términos o mejor aún evitar este desenlace; porque si no lo hacen volverán a recrear la misma situación con otra pareja.

Malena