La confianza en uno mismo se logra siendo capaz de creer en nuestras
propias decisiones y tener la firme convicción de poder cumplirlas.
Se trata de no dejarse dominar por los miedos que se apoderan de
nosotros, que son los que nos hacen dudar y sabotean todas nuestras iniciativas y seguir nuestros sueños con absoluta fe y poniendo todo de uno en la acción.
Somos una realidad cuerpo mente y la mente es la que tiene que guiar nuestro comportamiento para
poder ser dueños de nosotros mismos y creer.
El equilibrio cuerpo mente se logra aprendiendo a
postergar las reacciones irracionales mediante la reflexión.
Cuando nos respetamos como personas únicas y
actuamos libremente en forma responsable, somos dignos de confianza y de
respeto; porque la gente confía solamente en personas estables, que son capaces
de mantener su palabra y que tienen una conducta ética.
Cuando actuamos irracionalmente, nos sentimos culpables y perdemos la confianza en nosotros mismos y la autoestima.
La autoestima sólo es posible cuando pensamos y
actuamos siendo fieles a nuestros propios valores.
¿Cómo sabemos cuáles son nuestros valores? Cuando nos
comprometemos con una determinada forma de pensar y con un determinado código
ético.
Ser confiable es ser coherente con los propios
valores, es ser capaz de perseverar y de cumplir promesas y objetivos.
Observen con detenimiento cómo son las personas
confiables que conocen y luego compárense con ellos y sean capaces de cambiar.
Para ser únicos es necesario destacarse de la masa
uniforme que los rodea que es la que necesita trasgredir las reglas para
hacerse notar y la que se identifica con los antihéroes.
Recién cuando se den cuenta que ustedes son los
artífices de su propio destino y decidan poner manos a la obra para cumplirlo con fe, creyendo en ustedes mismos,
perderán todo interés en los tontos que no tienen idea de quiénes son ni hacia dónde
van.
Malena Lede - Psicóloga
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