Vivimos en una cultura monógama, de modo que se
reconoce como legítima, una sola pareja por vez. Pero en la vida informal puede haber muchos
capaces de tener dos parejas al mismo tiempo y aún más.
Pero eso no es amor, es sólo atracción física,
necesidad de cambio o de probarse a sí mismo, aburrimiento o deseos de vivir nuevas
aventuras.
Cuando creen estar enamorados de dos personas al
mismo tiempo en realidad no están enamorados de ninguna, sólo se sienten muy atraídos
por sus distintas cualidades y no pueden elegir.
Por lo general, las dos personas que los atraen son
opuestas, una puede ser atractiva, sensual, provocativa y divertida y la otra
más seria, recatada y también atractiva pero más digna de confianza.
Tener a las dos personas, sería lo ideal, porque
difícilmente todas esas cualidades las puede tener una sola.
La mujer también puede tener dos candidatos que le
gustan y que la asedian, uno que le agrada y le ofrece seguridad, estabilidad y
confianza y otro más atractivo, pero también más irresponsable e inmaduro.
Cada vez que tomamos una decisión tenemos que
referirnos a nuestros propios valores, o sea, qué es lo que valoramos más en la
vida, qué es más importante para nosotros y si estamos dispuestos a sostener
esos valores a lo largo del tiempo.
El sentido común, nos dice que involucrarnos con personas
poco confiables sólo nos conduce a la desilusión y al sufrimiento, pero cuando
estamos cerca de esa persona podemos olvidarnos del sentido común y caer en la
tentación de ser imprudentes.
Por otro lado pueden tener a otra persona interesada
en ustedes, con un mejor curriculum a su favor, que también les agrada pero que
no les produce la misma sensación en el estómago cuando la ven.
A veces es el amigo de toda la vida que de pronto se
da cuenta que las ama y el otro pretendiente es alguien que aparece de la nada
de buenas a primeras para moverles el piso y hacerlas caer en sus redes.
¿Con quién se quedan? ¿Eligen la diversión, la intensidad de la
pasión, la aventura que seguramente será pasajera o la seguridad, la
tranquilidad de la otra persona, que estará allí siempre, incondicional, con
afecto verdadero?
Lo sensato es tener expectativas realistas y elegir
libremente. Si se trata de alguien que no
les ofrece garantías de permanencia y ustedes desean vivir una aventura
entonces no tienen que dudar, deben quedarse con esa persona que les hace latir
el corazón más de prisa y luego ser capaces de enfrentar las consecuencias; y
si pretenden una relación formal tampoco tienen que dudar, tendrás que elegir
el que les ofrece seguridad, la calidez de la pasión del fuego lento y amor verdadero.
Malena Lede - Psicóloga
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