Los hombres golpeadores nacen y se hacen. Son aquellos que frecuentemente han nacido con un
temperamento hipersensible que los predispone a reaccionar con violencia frente
a situaciones que le generan estrés, y que
han crecido y se han desarrollado en un ambiente hostil y violento, con padres
que a su vez han maltratado a sus madres y los han golpeado sistemáticamente a
ellos durante su adolescencia y su niñez.
Estos sujetos sólo conocen el idioma de los golpes y
a menos que posteriormente hayan tenido oportunidad de elevar su conciencia y cultivar
su mente, continuarán reaccionando violentamente con todo aquel que lo
contradiga, lo moleste de alguna manera o lo dañe.
Las mujeres que conocen a estos individuos, pueden
sentirse atraídas en un primer momento, pero pronto se dan cuenta por sus
estallidos que en realidad se trata de un hombre violento.
También es cierto que en general un golpeador suele
encontrar una pareja que se deja golpear, con baja autoestima y gran necesidad
de afecto, que cree que es el hombre que se merece y es capaz de tolerar sus
humillaciones y sus golpes.
Los golpeadores suelen también beber en exceso, lo
que hace que se incremente su peligrosidad.
Es fácil identificar a estos sujetos, porque ni bien
se los conoce ya muestran su carácter agresivo e intolerante en la primera
oportunidad que se presenta.
Algunas mujeres pueden creer que con ellas el trato
será diferente, sin embargo se equivocan, será peor, porque se convertirán en
el chivo expiatorio de todos sus contratiempos y frustraciones.
Un hombre violento tendrá hijos que también
aprenderán de su padre a maltratar a su propia familia, a agredir frente a una
discusión o un conflicto y a resolver todas las cuestiones a golpes.
Los golpeadores no son valientes sino cobardes,
porque se desquitan con los que son más vulnerables que son sus mujeres y sus
hijos.
Es común que tampoco puedan mantener un trabajo, en
primer lugar por su carácter, ya que no les gusta aceptar órdenes y no suelen
llevarse bien con nadie y en segundo lugar porque no cumplen con sus
compromisos; faltan, y llegan tarde.
Qué amor puede sobrevivir a tantas calamidades, creo
que ninguno, pero lo más grave es que las mujeres que se atreven a caer en las redes de estos hombres, creen que los pueden cambiar y eso, les aseguro, es muy difícil.
Malena Lede - Psicóloga
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