Somos maduros cuando somos capaces de hacernos cargo
de nosotros mismos y de Ser quienes somos.
La vida es la oportunidad de realizarnos pero
también puede significar para millones de personas una muerte lenta.
Como en las películas de ciencia ficción, si nos
detenemos a observar bien a la gente, podemos constatar que estamos rodeados de
muertos vivos.
Los muertos vivos son las personas que no viven, que
vegetan como las plantas, que no hacen nada por sí mismos, que imitan a los
demás, que tienen todo lo que hay que tener para pertenecer, que nunca se
cuestionaron quiénes son, de dónde vinieron y hacia dónde van.
Vivir no es sólo respirar y envejecer, es crecer y
sólo unos pocos conocen su potencial y crecen.
Crecer es profundizar sobre uno mismo, no quedarse
sólo con la superficie, es una búsqueda para descubrirse a sí mismo, no la
ambición de ser como otro.
El descubrimiento de uno mismo es un segundo
nacimiento, el verdadero, es la oportunidad de recuperar la sensibilidad y de
ver que todo es importante, no solamente nuestros modestos proyectos y las
personas cercanas que queremos.
La madurez debería ser aceptada naturalmente con
alegría, como feliz ingreso a una nueva etapa en la que cada uno de nosotros
tiene en sus propias manos su destino.
Cuando maduramos nos damos cuenta que todo es igual,
que no existe nada que sea más grande o pequeño porque todo depende de cómo lo
percibimos.
Si eres la persona que eres y no intentas ser otro, verás
la vida con nuevos ojos y te convertirás en una persona madura.
Envejecer no es madurar, todos se hacen viejos
físicamente pero no necesariamente maduros, porque la madurez es un crecimiento
interior que surge de la conciencia. Experiencia
más conciencia, eso es madurez.
Una persona madura no comete el mismo error dos
veces porque pudo tomar conciencia de esa experiencia y pudo aprender.
La persona que siempre comete los mismos errores no
es madura es vieja, no puede entender la enseñanza de cada experiencia porque
no está despierta, está dormida, vive sin conciencia.
La vejez no nos hace sabios, nos hace viejos, la
sabiduría la proporciona la conciencia.
Estar dormidos nos protege del dolor pero también no
nos permite sentir placer.
La persona despierta es consciente del placer y del
dolor. El que tiene miedo del dolor no
puede ser consciente y no puede aprender.
La felicidad no es eterna, le sucede la infelicidad,
si no fuera así no tendríamos conciencia de ser felices.
La muerte le da sentido a la vida, hace que cada
momento sea valioso y nos obliga a vivir con intensidad el presente.
Para una persona madura la muerte no es el final
sino el principio de algo desconocido.
Malena Lede – Psicóloga
Fuente: “Madurez” – Osho.
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Hola mi nombre es Laura.Tengo trastornos de ansiedad y mucho miedo al futuro. Aun no he logrado independizarme fisica y emocionalmente de mis padres y estoy teniendo grandes problemas para enfrentar la vida de adulto. Tengo 29 años y mis miedos dificultan una buena alimentación ya que mi inseguridad se ve afectada por un trastorno alimenticio. Tengo problemas para comer. Eso me genera mucha inseguridad y fomenta mas todos mis miedos que se ven directamente afectados por esta condición. Agradesco un comentario. Muchas gracias
ResponderEliminarHola Laura, las personas que tienen un trastorno de alimentación y que sufren ansiedad, detrás de ese trastorno se encubre una depresión.
ResponderEliminarEs absolutamente necesario consultar con un especialista en esos trastornos y asistir a grupos de autoayuda.
saludos, malena