El arte es producto del comportamiento social y de
la organización del cerebro humano.
Esta actividad mental es el resultado de la
actividad sincronizada de miles de neuronas organizadas que se comunican entre
sí.
Arte es la habilidad para realizar una tarea
estéticamente bella sin un objetivo práctico o utilitario. Reúne elementos plenos de significado, como
sonidos, colores, formas, etc. y le permite al artista expresar una realidad
subjetiva del mundo que lo rodea.
El arte pictórico existe desde hace más de treinta
mil años, según las pinturas de animales que perduran aún hoy en piedras,
siendo la escultura más antigua aún.
El concepto de belleza que reúne ciertas leyes de
armonía parece ser innato pero también depende del contexto en que se encuentre
el observador.
Un experimento del Washington Post demostró que la
belleza fuera del contexto adecuado puede no ser valorada y pasar desapercibida.
El eximio violinista Joshua Bell, estuvo tocando en
la calle su violín Stradivarius, de tres millones y medio de dólares, durante
43 minutos, a la hora de mayor afluencia de público, vestido con un vaquero,
una camiseta de manga larga y una gorra.
En total solamente fueron siete los que se pararon para escucharlo y
cuando terminó su actuación había recaudado 32 dólares con 17 centavos.
Fuera de contexto y sin publicidad, un eximio artista es ignorado por completo.
¿Hasta dónde se puede determinar cuándo una obra de
arte, un tema musical, un músico, va a ser un triunfo o un fracaso?
No siempre un éxito depende solamente de la calidad
de una obra artística, porque manipulando ciertos elementos que influyen sobre el
cerebro se puede lograr convencer al público.
El concepto de arte difiere de una cultura a otra
pero una de las propiedades que trasciende la cultura es la de provocar
emociones, crear impresiones y evocar sensaciones en el espectador.
La música es el lenguaje más universal, o sea, un
impulso básico del cerebro que conduce a los seres humanos a escuchar o a combinar
y producir sonidos.
El carácter universal de la música se atribuye a las
coincidencias que existen entre diferentes escalas musicales de culturas muy
distintas.
Estudios neuro anatómicos y funcionales demostraron
que los músicos presentan ciertas estructuras cerebrales diferentes, como un
incremento en la densidad neuronal en ciertas zonas del cerebro, con respecto a personas que no se dedican a la
música.
El cerebro de un pianista, por ejemplo, presenta una
gran cantidad de conexiones neuronales en regiones como la corteza motora, que
se relaciona con el movimiento de manos y dedos, o la corteza auditiva, de ambos hemisferios cerebrales.
El genio y la locura podrían estar estrechamente
vinculados, porque la enfermedad mental puede permitir a quien la padece, ver la realidad de una manera totalmente diferente.
El arte es la más fiel expresión de cómo el cerebro
organiza e interpreta la información, habilidad humana que nos lleva a
cuestionar si la belleza es una propiedad inherente al objeto, que podría apreciar cualquier cerebro, o si al contrario, es producto de la subjetividad de la respuesta
cerebral del observador.
Malena Lede
Fuente:”El cerebro artístico”; Mara Dierssen.
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