La humanidad siempre ha tratado de entender a la
naturaleza y de comprenderse a sí misma, porque lo que más la ha preocupado siempre ha sido su sentimiento de orfandad, de soledad y de aislamiento en el cosmos.
El mundo antiguo podía ser un lugar muy peligroso y los
humanos entre sí poco amistosos, lo que siempre hizo difícil la vida en armonía con los otros y la adaptación al ambiente.
Al principio, el hombre luchaba contra los elementos
para sobrevivir y atribuía al poder de dioses y demonios los fenómenos
naturales, pero más adelante, con los primeros pensadores científicos
matemáticos griegos, surgió la ciencia
con nuevas hipótesis, que fueron confirmadas después de dos mil años.
Con Isaac Newton y la ley de gravitación universal, nació la mecánica clásica y las leyes que rigen el mundo cotidiano que nos rodea.
Descubrimientos científicos posteriores revelaron
que la ciencia de los cuerpos muy pequeños y la de los muy grandes se rigen por
otras leyes diferentes.
De esta manera, la mecánica cuántica y la
relatividad se convirtieron en el nuevo paradigma de la física desde el
principio del siglo XX, opuesta a los postulados de la mecánica clásica.
Hasta esa época se creía que el espacio era un
soporte material cuya vibración permitía la propagación de las ondas
electromagnéticas, tal como ocurre con la propagación del sonido por el aire.
Sin embargo, las mediciones dieron como resultado
que la Tierra en relación al éter no se
mueve, o sea que o bien el éter sigue a la Tierra en su movimiento por el
Universo o el éter no existe. Hoy se
sabe que el espacio entre cuerpos celestes está prácticamente vacío.
El astrofísico norteamericano John Wheeler, nos
dice:”El espacio le dice a la materia cómo moverse, y la materia le dice al
espacio cómo curvarse”.
Una masa en rotación, como lo es la Tierra, arrastra
el espacio-tiempo como un nadador arrastra el agua a su alrededor, produciendo
una distorsión del espacio-tiempo; efecto comprobado por el satélite Gravity
Probe B.
Estos descubrimientos tienen también una repercusión
filosófica que nos permite entendernos mejor a nosotros mismos y al mundo que
nos rodea.
Desde el punto de vista cosmológico el Universo
funciona como un todo. Si el espacio le dice a la materia cómo moverse y la
materia le dice al espacio como curvarse, entonces, siendo nosotros un microcosmos tenemos que prestar más atención al mundo que nos rodea, sin juzgar, estar
atentos y dispuestos a lo que se presenta e intentar humildemente cumplir con nuestro
propósito.
Es cierto que no es fácil llegar a ser quien uno es
y realizarse; y que en la vida pocas veces triunfa la verdad, pero también puede existir la posibilidad de que los adversarios que ponen palos en la rueda, desaparezcan antes.
Malena Lede - Psicóloga.
Fuente: "Espacio-tiempo cuántico" - Arturo Quirantes, profesor de física en la Universidad de Granada;
"Mundo Cuántico"; Rafael Andrés Alemañ Berenguer.
Fuente: "Espacio-tiempo cuántico" - Arturo Quirantes, profesor de física en la Universidad de Granada;
"Mundo Cuántico"; Rafael Andrés Alemañ Berenguer.
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