ELEGIR O DEJARSE LLEVAR - Psicóloga Malena Lede

Estatua de Garibaldi - Plaza Italia - Buenos Aires
Foto de Malena

En realidad no se trata de dos alternativas sino de una, o sea elegir dejarse llevar.

En este mundo todo puede suceder y muchas veces, si sabemos observar, lo que sucede parece existir sólo para nosotros.   Sin embargo, a esas coincidencias las llamamos casualidades y por lo general no les hacemos caso.

En Occidente hemos aprendido que somos los que elegimos nuestro propio destino, y es verdad, porque si somos razonables, de todas las opciones que se nos presentan solemos elegir una y dedicarnos a ella con la mejor disposición y alegría.

Sin embargo, existen muchas personas que no prestan atención a la realidad y que se empeñan en hacer lo que desean sin tenerla en cuenta.

Contrariamente a lo que muchos opinan en Occidente,  nosotros solos no podemos hacer que las cosas ocurran, son los sucesos que ocurren a nuestro alrededor los que nos indican qué camino tomar, porque existen acontecimientos históricos y el hombre no es un ser aislado sino un ser y sus circunstancias.

De todo lo que ocurre siempre hay algo que es para nosotros, señales que nos pueden favorecer y que hay que aprovecharlas para madurar y crecer.

Sin prestamos atención a todas nuestras facultades nos damos cuenta que somos únicos y que la vida es aquí y ahora.  De nada vale esperar la plenitud porque estamos hechos para nunca ser saciados.

Entonces sólo te queda ser tú mismo, porque solamente se puede llegar a ser quien uno es,  en armonía con la naturaleza.

El hombre teme ser reemplazado por una máquina y ya hay muchos que opinan que el avance de la tecnología puede producir desocupación y conflictos masivos.

Pero si ahondamos más en esta cuestión cabe la siguiente pregunta: ¿el avance tecnológico es realmente malo o en realidad resultaría realmente bueno?.

En este momento hay muchos trabajando muchas horas haciendo mal lo que no les gusta hacer; y el resultado es que ninguna sabe bien nada, porque no le importa, porque sólo trabaja para ganar un sueldo, porque no puede aprender lo que no le gusta.

Si la tecnología se ocupa de los trabajos tediosos que nadie tiene el gusto de hacer, entonces la gran mayoría podrá dedicarse a su verdadera vocación y nos libraríamos de todos esos sujetos que no sirven para hacer bien el trabajo que ahora tienen y que hasta pueden poner en peligro nuestras vidas.

Dejemos avanzar lo que es imparable y es posible que de como resultado una calidad humana más consciente y satisfecha.

Fuente: "Creer en lo imposible antes del Desayuno; "La experiencia de la auténtica realidad"; OSHO.