Foto de Malena
En realidad no se
trata de dos alternativas sino de una, o sea elegir dejarse llevar.
En este mundo todo
puede suceder y muchas veces, si sabemos observar, lo que sucede parece existir
sólo para nosotros. Sin embargo, a esas
coincidencias las llamamos casualidades y por lo general no les hacemos caso.
En Occidente hemos
aprendido que somos los que elegimos nuestro propio destino, y es verdad, porque
si somos razonables, de todas las opciones que se nos presentan solemos elegir
una y dedicarnos a ella con la mejor disposición y alegría.
Sin embargo, existen
muchas personas que no prestan atención a la realidad y que se empeñan en hacer
lo que desean sin tenerla en cuenta.
Contrariamente a lo
que muchos opinan en Occidente, nosotros
solos no podemos hacer que las cosas ocurran, son los sucesos que ocurren a
nuestro alrededor los que nos indican qué camino tomar, porque existen acontecimientos históricos y el hombre no es
un ser aislado sino un ser y sus circunstancias.
De todo lo que
ocurre siempre hay algo que es para nosotros, señales que nos pueden favorecer
y que hay que aprovecharlas para madurar y crecer.
Sin prestamos
atención a todas nuestras facultades nos damos cuenta que somos únicos y que la
vida es aquí y ahora. De nada vale
esperar la plenitud porque estamos hechos para nunca ser saciados.
Entonces sólo te queda ser tú mismo, porque solamente se puede llegar a ser quien uno es, en armonía con la naturaleza.
El hombre teme ser reemplazado por una máquina y ya hay muchos que opinan que el avance de la tecnología puede producir desocupación y conflictos masivos.
Pero si ahondamos más en esta cuestión cabe la siguiente pregunta: ¿el avance tecnológico es realmente malo o en realidad resultaría realmente bueno?.
En este momento hay muchos trabajando muchas horas haciendo mal lo que no les gusta hacer; y el resultado es que ninguna sabe bien nada, porque no le importa, porque sólo trabaja para ganar un sueldo, porque no puede aprender lo que no le gusta.
Si la tecnología se ocupa de los trabajos tediosos que nadie tiene el gusto de hacer, entonces la gran mayoría podrá dedicarse a su verdadera vocación y nos libraríamos de todos esos sujetos que no sirven para hacer bien el trabajo que ahora tienen y que hasta pueden poner en peligro nuestras vidas.
Dejemos avanzar lo que es imparable y es posible que de como resultado una calidad humana más consciente y satisfecha.
Fuente: "Creer en lo imposible antes del Desayuno; "La experiencia de la auténtica realidad"; OSHO.
Fuente: "Creer en lo imposible antes del Desayuno; "La experiencia de la auténtica realidad"; OSHO.
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