LOS ANTIBIÓTICOS
La acción de los
antibióticos aún no se conoce del todo;
hasta ahora se sabe que actúan de dos formas: inhiben el crecimiento de
las bacterias o las destruyen.
Sin embargo, aunque los antibióticos se utilizan para combatir las infecciones bacterianas, estudios recientes revelan que es posible que algunos de ellos reduzcan la reproducción de algunos virus, incluido el que causa el Covid19.
El antibiótico
es una sustancia producida por el metabolismo de animales y vegetales,
principalmente por hongos microscópicos y bacterias, que poseen la propiedad,
aún en disoluciones elevadas, de inhibir el crecimiento de las bacterias y de
otros microorganismos, llegando incluso a destruirlos.
Hasta el año
1928, mucha gente podía llegar a morir por una infección, ya sea debido a una
eventual lesión ignorada, un accidente, un parto, una herida de bala, una quemadura grave, etc.
Pero ya desde
1920, Sir Alexander Fleming, (1881-1995), bacteriólogo británico, había comenzado a dedicarse al estudio de los
agentes antimicrobianos.
Recién en 1928,
mientras observaba cómo el hongo Penicillium notatum inhibía el crecimiento de
sus cultivos de bacterias, consiguió aislar una sustancia de acción antiséptica
selectiva, producida por este hongo a la que denominó penicilina.
Sin embargo, sus
colaboradores sólo lograron producirla industrialmente y aplicarla, en
1938, a partir del comienzo de la
Segunda Guerra Mundial.
En 1944, Waksman
y sus colaboradores lograron aislar otro antibiótico de gran importancia, la
estreptomicina, que poco tiempo después comenzó a sintetizarse artificialmente.
De la penicilina
y la estreptomicina se obtendrían después diversos tipos de antibióticos.
La naturaleza
química de los antibióticos es muy variada; pero por lo general contienen
aminoácidos raros que no se encuentran en las proteínas y pépticos o en enlaces
poco corrientes.
La aplicación de los antibióticos debería
inhibir la proliferación de gérmenes sin perjudicar al organismo, sin embargo
suelen producir trastornos no deseables
como la destrucción de la flora bacteriana intestinal y la alteración del
equilibrio entre las diversas bacterias presentes en el cuerpo, algunas de
ellas particularmente patógenas; por esa razón es recomendable no abusar de los
antibióticos y que sean administrados únicamente por prescripción médica.
Algunas veces,
los microorganismos oponen resistencia a la acción de los antibióticos, restándole
efectividad y es probable que dentro de unos años pierdan definitivamente sus
efectos.
No obstante, la
producción de antibióticos sigue siendo una de las principales actividades de
la actual industria farmacéutica.
Exceptuando el
Clorafenicol, que se obtiene por síntesis, los demás se producen sembrando los
microorganismos productores en medios de cultivos dispuestos en grandes tanques
cerrados y aireados intensamente, seleccionando para su producción cepas
altamente productoras.
Los antibióticos
tienen además, otras aplicaciones industriales, son utilizados también como
antisépticos, y en la alimentación del ganado y de las aves para combatir
plagas.
Es así como
nosotros estamos consumiendo antibióticos todo el tiempo cuando nos alimentamos
con animales que se crían a gran escala en forma industrial y con sus
subproductos; y hasta puede resultar
imposible dedicarse a criar animales a
pequeña escala en cualquier pequeña granja, sin utilizar antibióticos.
Con todo, sigue siendo mejor la aplicación de antibióticos a los animales, a que éstos nos transmitan graves enfermedades.
Publicar un comentario
Muchas gracias por participar de este espacio!
Ver Comentarios
Dos grandes!!!!
ResponderEliminar