MALDITA CUARENTENA - CAPÍTULO VI

 

LOS VOLCANES


  Nuestro planeta es un organismo vivo que conserva en su interior una permanente actividad volcánica, con ocasionales acumulaciones de  gases que pueden provocar explosiones y erupciones en distintos puntos del planeta.

   Se trata de grandes elevaciones de tierra que a través de una abertura superior expulsa naturalmente fragmentos de  roca, lava y distintos gases procedentes principalmente de aguas subterráneas y del magma terrestre.

   Los gases que expiden los volcanes cuando están activos, están compuestos por lo general de vapor de agua, dióxido de carbono, monóxido de carbono, óxido de azufre, hidrógeno, nitrógeno, fluor, cloro, boro y arsénico, elementos que pueden producir en las regiones próximas una contaminación natural.

  Sin embargo, a la vez,  la actividad geológica y bioquímica de los volcanes  contribuyó hace millones de años  a la formación de la atmósfera., generó los ingredientes necesarios para la vida y favoreció el desarrollo de distintas especies animales.  Aunque también provocó que no sólo cambiara la geografía sino que causara la extinción de muchas  especies tanto vegetales como animales; pero todo esto debido a que en esa época existía una gran actividad volcánica con el poder de hacer desaparecer todo a su alrededor en poco tiempo. 

  Aunque las erupciones volcánicas todavía pueden producir grandes catástrofes, siendo el vapor de agua el gas más abundante que emiten,  también ayudan a enfriar el planeta, funcionando como un termostato al regular el sistema térmico de la Tierra; y favoreciendo los ecosistemas llenos de vida.

  Los volcanes representan la base de la energía geotérmica que proviene  del interior de la Tierra a altas temperaturas y que puede ascender formando géiseres o fuentes termales que son usadas por la humanidad desde hace siglos con fines terapéuticos; ya que favorecen el metabolismo, estimulan la función intestinal, mejoran la digestión, mata gérmenes, y calman los dolores musculares y de las articulaciones.  Mientras que las aguas que contienen alto contenido sulfuroso, pueden regularizar el funcionamiento del hígado y del sistema nervioso y ayudar a estabilizar los niveles de glucosa.  

   Si consideramos la energía volcánica a escala humana, es renovable e inagotable para las poblaciones cercanas, pero lamentablemente no se puede transportar, 

   Puede proveer a estas regiones de calefacción, agua caliente, electricidad y tdambién para desalinizar el agua de mar; produciendo menos residuos y menos impacto ambiental que el petróleo o el carbón.

   La humanidad siempre ha estado expuesta en algún momento a sufrir extinciones masivas debido a distintas catástrofes naturales, como terremotos, inundaciones, huracanes, erupciones volcánicas y también  epidemias y guerras, no obstante la mayor parte la la especie humana no sólo ha sobrevivido sino que esas experiencias le han permitido aumentar sus conocimientos, e implementar nuevas estrategias de defensa, para poder continuar con su desarrollo y crecimiento.

   Cada vez que en el mundo un volcán entra en erupción, o se produce un fenómeno meteorológico no habitual, cae un meteorito que ha logrado milagrosamente atravesar la atmósfera, nos amenaza una guerra nuclear, o nos castiga una epidemia devastadora, las ideas apocalípticas vuelven a aparecerr en el imaginario colectivo.

  Muchos le temen más de la cuenta a una guerra atómica, yo me incluyo entre ellos, por supuesto.  Pero para no llegar a una histeria colectiva si eso desgraciadamente sucede,  hay que acordarse que desde que se descubrió el poder del átomo, se hicieron gran cantidad de pruebas atómicas en el desierto de Nevada (USA) con la asistencia de autoridades, público y periodistas;  y que no fue el único país que hizo ensayos atómicos, incluso  Rusia y China; hasta que por fin se dieron cuenta que esas explosiones atómicas podían ocasionar daños en la atmósfera.

   Fue entonces, cuando todos los que contaban con esa tecnología siguieron probando las bombas atómicas pero bajo tierra,  hasta que advirtieron que producían cambios en las placas tectónicas, deslizamientos de tierra y terremotos.

  Después de haberlo probado todo y tomar conciencia que los ensayos atómicos siempre resultaban potencialmente peligrosos para el planeta, entonces se firmaron acuerdo para terminar con las pruebas en todo el mundo.

  La historia de la Tierra está llena de acontecimientos  trágicos, desastres ecológicos, sangrientos conflictos sociales, guerras, epidemias y esta pandemia que parecía insuperable; sin embargo, ya casi forma parte de la historia. 

   Si no fuera por la ambición humana de destacarnos, de ser los mejores y  llegar a superar a los demás en todo, movidos principalmente por intereses económicos, podríamos tener más conciencia de que también es un lugar en el universo donde tenemos oportunidad de conocer, de ser felices, de amar y ser amados, de trabajar, de ayudar a otros, de descubrir los grandes misterios del Universo, y de crear y recrear el mundo en que vivimos, intentando cada día ser mejores personas..

  Somos como dioses viviendo en un infierno de contradicciones y de enigmas inexpugnables, condenados a  elegir entre dos opuestos y peleándonos entre nosotros; sin embargo, aún nadie ha llegado a descubrir la principal incógnita que nos preocupa a todos, la de saber quiénes somos.