LA NAVIDAD Y LA FAMILIA - Psicología malenalede

      

       La celebración de la Navidad es la mejor oportunidad que tenemos para estar en familia, disfrutar de ellos, reconciliarnos si hemos estado alejados para volver a estar unidos por los mismos lazos de afecto.

       El niño Jesús ha nacido dando lugar a la posibilidad del surgimiento del hombre nuevo, más consciente de sí mismo y de su responsabilidad con los demás.

       Los valores humanos no se han perdido, se han olvidado, por eso este es el mejor momento para cambiar, para ser mejores personas, más cordiales, más amistosas, más generosas, para que el mundo también mejore, porque al mundo lo hacemos todos con nuestras acciones.

      No es difícil ser bueno, es mucho más fácil que atentar contra la naturaleza, que apropiarse de lo ajeno, que vivir una vida sin rumbo ni meta alguna, porque esa actitud se vuelve contra uno mismo.

      Nadie sale ileso de una mala acción, porque es un viaje de ida y vuelta con el poder de desencadenar una serie interminable de sucesos desagradables y hasta nefastos.

      La generosidad incrementa la propia fortuna, abre el flujo de bienes y de experiencias gratas, proporcionando muchas satisfacciones.

      Los seres humanos, más que nada, desean ser queridos, por eso, la mejor forma de lograr ser amado es ser capaz de amar a los otros como a nosotros mismos.

      Sembremos amor donde vayamos y recibiremos sonrisas, buen trato, halagos y amor en abundancia.

      Esta es la oportunidad para cambiar, para proponerse metas positivas, para empezar a pensar que siempre hay un lugar privilegiado en el mundo para los que creen que no están solos y que existe una luz que ilumina sus pasos para hacer realidad todo lo que desean.

Malena Lede