DIARIO DE UN VIAJE A EUROPA-PARTE 15

ITALIA

   Partimos de Europa rumbo a Venecia, Italia.  El dia está nublado,  hace mucho frío y hoy viajaremos todo el dia.

   Viena nos deslumbró con sus paisajes pero siempre se nota la mano del hombre en ellos.  Los canales de agua son artificiales y los lagos, en su gran mayoría tambien.  Los árboles en muchas zona crecieron gracias a forestaciones planificadas; aunque hay que reconocer que las bellezas naturales de ese país son las que han permitido  ser perfeccionadas por el hombre.

   Ya estamos en condiciones de opinar sobre las comidas que hemos tenido oportunidad de degustar en Europa.

   La fruta perfecta como de cera en todos lados y las verduras siempre tan fragantes y frescas que parecen flores.  En los restaurantes, en general los platos vienen muy decorados, papas fritas como tirabuzones, zanahorias como corazones, las chauchas a cuadritos y las arbejas, infaltables, son muy verdes, dulces y tiernas.  

   Las comidas suelen presentarse muy elaboradas y muy condimentadas, porque además de sal y pimienta, siempre hay una gran variedad de condimentos para agregarles.

   En cuanto a las papas son casi una institución y como Dios están en todas partes. Vienen fritas, sancochadas , hervidas , en ensalada, en guiso con cebollas, en puré y disfrazadas de  croquetas y budines; y a veces, hasta se infiltran en el menú en forma solapada.

   En Inglaterra por ejemplo, hay un plato muy popular y económico que está hecho con papas sancochadas con cebolla, que se considera como menú completo, no como guarnición.

   Se comen muchos postres con apariencia subyugante y de bajo costo, con crema simil chantilly que se derrite en la boca; y tambien son comunes los bollos que parece que tuvieran aire adentro y que nunca te dejan satisfecho.

   También el pan es etéreo, de manera que se aprovecha mucho el aire para cocinar, que todavia es gratis.

   Nosotros andamos  con una botella de agua mineral en la mano porque siempre tenemos sed.

   En cuanto a la carne, hemos tenido oportunidad de comer carne de buey, cordero, pavo, cerdo, pollo y pescado  lo único que es difícil discriminar cual es cual, porque también viene disfrazada y a veces hasta a la parrilla, aunque tampoco eso es garantia de reconocimiento.

   El panorama, sin embargo,  es el protagonista de este viaje y disimula cualquier falencia.

   Finalmente llegamos a la frontera con Italia.

   En la parte italiana, suben al bus dos "carabineros" para revisar loa pasaportes.

    Entramoos a Italia por Travizzio, todavia en los Alpes, mas adelante, en el trayevto de Venecia a Roma, cruzaremos Los Apeninos.

   Mientras escuchamos a Pavarotti en el bus,  seguimos viaje.   Los Alpes están nevados y la nieve llega hasta la autopista .  Poco a poco, vamos dejando atrás a las montañas e Italia nos muestra un paisaje distinto.

   Los campanarios de las Iglesias son chatos,  no puntiagudos  como en Austria, las viviendas son de techos a dos aguas más planos, los edificios son más antiguos, menos coloridos y el terreno más árido y pedregozo.

   Una vez en la llanura aparecen los viñedos. Italia en ese momento era el primer productor de vino  y el segundo de aceite de oliva en Europa.

   Estamos en la zona del Véneto, triguera, arrocera y horticola por excelencia,  el cielo está despejado, como suele ser habitual en el Mediterraneo.

   Lss casas de la campiña italiana son de hasta cuatro pisos,  como cajas, con ventanas chicas y techos chatos.

   Es entonces cuando la guia nos da la  clase de historia.

   En el año 1860 (il resorgimento), se inicia en Italia la unificación.

   Hasta ese momento, habia estado dividida en ducados, repúblicas y estados Vaticanos.

   Victor Manuel II y Giuseppe Garibaldi  vencen a los austriacos,  conquistan el poder político del Papa y en 1929  en la época de Mussolini, con el Tratado de Letran, queda consolidado el Estado Vaticano y la República de San Marino como Estados independientes.

  Turin, Génova y Milán   son las ciudades que aglutinan la parte industrial más rica de Italia, con la producción de automóviles, alimentos,  textiles, mecánicos, etc.

   El Norte de Italia se asemeja al Centroeuropeo,  con una economía industrial y una población de familias menos numerosas.  Pero toda  Italia es el pais de Europa más visitado por los turistas.

   Venecia tiene un gran valor histórico y está protegida no sólo por el gobierno italiano sino tambien por organizaciones internacionales. Sin embargo  asi y todo, esto no es suficiente para evitar el deterioro que sufre cada año, dado que está construida sobre una laguna que se innunda cada vez más. 

   Existen alrededor de 150 canales que son las principales vías de circulación  además de calles peatonales.

   Para acceder a la isla de Venecia, hay que atravesar un largo puente de cuatro manos y vias de ferrocarril,  que la unen al continente.

    Si se decide atravesar el puente en bus o automóvil se llega a una playa de estacionamiento, pero también se puede dejar la locomoción en el estacionamiento antes del puente y acceder a la isla de Venecia en ferrocarril o en  vaporeto.

   Nosotros atravesamos el puente y bajamos en la playa correspondiente.

   Mientras caminamos hacia el hotel  que está a unas dos cuadras,  la guía nos amplia nuestros conocimientos sobre esta singular y antigua ciudad.

   Los siglos de oro de Venecia fueron desde el XI hasta el XVI, una etaoa marítima muy floreciente, aunque con el descubrimiento de América, sufrió un gran estancamiento.

   El estilo arquitectónico que predomina es gótico veneciano con influencia oriental.  

   Las casas tienen dos entradas, una de ellas da a los canales y otra a las calles peatonales; y como se innunda periodicamente, las habitaciones que se utilizan están a partir del primer piso.

   El hotel es tan antiguo como todo en Venecia, pero remodelado por dentro hasta la apariencia de paserable.

   Nuestas habitaciones están en el tercer piso con vista a un pequeño canal,  muy típico y a unas casas venecianas muy pintorescas. Hasta alcanzamos a ver un  pequeño puente y justo en el momento que me asomé pasaba una góndola.

   Ese dia era Viernes Santo y habia un hermosa luna llena que iluminaba todo eso que psrecia un cuadro.

   Con referencia a nuestra habitación era lo mas parecida a la pieza,de la "nonna",.  Tenia muebles de madera oscura  de épocas remotas, un pequeño ropero contra la pared que parecia un ataúd de dos plazas; y en cuanto a la cama que me tocaba, era algo de no creer:  una breve espacio, apoyada en la pared tapada con una cortina que se bajaba para dormir.  No se si existen todavia, porque era igual a la que yo usaba en mi casa paterna cuando tenía siete años.

   En cuanto al colchón era de esos que se hunden hasta el piso. Pero por suerte era sólo por una noche y de paso me permitía recordar mi niñez.

    La cena es en el mismo hotel. Todo muy rico ya que no hay nada mejor que una comida italiana y el  "cameriere" es muy simpático. Nada que ver con los rostros  inexpresivas de los alemanes y austriacos.

    A la mañana siguiente bien temprano, salimos para conocer Venecia.

    Tomamos el Vaporeto y navegamos durante media hora por un ancho canal  en un lindo barco.

    Viajamos sentados apreciando el hermoso lago y las costas venecianas con sus edificios muy antiguos, algunos de los cuales parecen estar desocupados y en estado de abandono.

    Así llegamos a la Plaza San Marcos considerada la parte más clásica de Venecia.  Tal cual como la vi en tantas peliculas, llena de palomas y rodeada de edificios de muchos siglos atrás.

   Emtre ellos se destaca la Catedral de San Marcos, tambien llamada Catedral de Oro porque sus paredes están  cubiertas de mosaicos pequeños de oro y vidrio. 

   Visitamos la Catedral por dentro.  En el centro, cruzando la nave, hay una hilera de estatuas de mármol oscuro que representan los doce apóstoles, la Virgen Maria, San Juan Bautista y Jesus en la cruz; y en el altar, reposan los restos de San Marcos.

   Los pisos de la Catedral,  que se asemejan a una alfombra, son asombrosos,  pero lamentablemente se encuentran  hundidos en muchos lugares.  Las columnas son de mármol de distintos colores y las puertas son de madera tallada artisticamente.

   Nos dicen que esta isla se está hundiendo irremediablemente, sin embargo, esta catedral está siendo restaurada.  Empezó a construirse en el siglo X pero luego un incendio la destruyó totalmente.  Comenzaron la reconstruccion en el siglo XI pero tardaron varios siglos para terminarla.

   En la Plaza San Marcos tambien se encuentra la Torre del Reloj con un carrillón que antiguamente funcionaba con las mareas pero que ahora funciona  electrónicamente.

   Además están la Procuraderia, donde funcionaban oficinas gubernamentales pero que ahora son museos o departamentos privados ocupados por familias antiguas;  el ala de Napoleón donde estan las estatuas de los emperadores pero no la de él, porque  antes fue derrocado;  y una torre de 101 metros,  de ladrillos a la vista, muy antigua,  que antes era un faro.

   Abandonamos la  Plaza San Marcos y sobre un canal,  vemos el Puente de los Suspiros.  Por alli pasaban los presos condenados a muerte, que eran llevados desde la prisión hasta el Palacio de Justicia.

  Por esta razón era el puente de la muerte, hasta que Lord Byron lo rebautizó y desde entonces es conocida como el puente de los suspiros.

  A pocos pasos, sobre uno de los brazos de la laguna, está la rambla o  costanera. Es aqui donde estacionan las embarcaciones cargadas  turistas.

   En las recovas de los edificiofecciós que hay en las calles y en la Plaza San Marcos, hay numerosos negocios de lujo dedicados, principalmente,  al tallado de joyas y piezas de cristal.

   Visitamos una fábrica de cristal de Murano, un negocio de varios pisos que hace envíos a todas partes del mundo y nos ofrecen una demostración artesanal sobre la fabricación de las piezas y el tallado de los cristales.  

   Venecia es el lugar más caro de Italia de modo que sólo algunos adinerados se llevaron algo.

   Tomamos el vaporeto hasta el hotel,  cargamos las valijas en el bus y nos despedimos de Venecia, que es divina y única.

   Ahora, otra vez en la autopista, nos dirigimos a Roma.

   Pasamos por las zonas de Verona, Padua, Ferrara y Bologna, luego cruzamos los Apeninos, la región de la Toscana y en siete horas llegaremos a Roma.

   Mañana, Domingo de Pascua, podremos estar presentes en la Plaza San Pedro viendo al Papa, junto a millares de turistas.

(Continuará)