La Vocación y la Genética


Johann Sebatian Bach, (1685-1750); famoso compositor alemán perteneciente a una familia de músicos desde la generación de su tatarabuelo, muy conocida en esos tiempos, se convirtió en una figura sobresaliente de su época, y su música representa un valioso aporte al arte clásico.

Si bien es cierto que la motivación y el ambiente pueden influir en una vocación, es un hecho que además de la semejanza física, la predisposición hacia ciertas enfermedades y los rasgos del temperamento, los genes también participan activamente en lo que se refiere a la tendencia vocacional de una persona, a sus habilidades específicas, sus intereses y sus aptitudes.

Por esta razón, es necesario tomar conciencia de que es inútil y perjudicial para el desarrollo de una persona, torcer su natural inclinación hacia determinadas áreas de interés y forzarla a capacitarse para realizar otras actividades, porque podrían entorpecer un valioso destino.

Bach además, fue el más destacado organista y clavecinista de su tiempo y como compositor escribió más de mil obras, siendo considerado en la actualidad el más grande compositor de la época barroca y para muchos expertos, el más grande de todos los tiempos.

La vocación ya se manifiesta en un niño desde el jardín de infantes, así como los rasgos de su personalidad, su facilidad para realizar algunas actividades y sus dificultades para otras.

Es importante que los padres observen al niño desde pequeño para poder conocer mejor sus cualidades a medida que va creciendo, intentando incentivar las actividades a las cuales se siente naturalmente inclinado a realizar.

Sin embargo, pocas personas tienen una sola vocación definida, la mayoría tiene varias vocaciones y las habilidades específicas para desarrollarla; y esta capacidad les permite elegir la más favorable para poder participar en su ambiente.

Los que tienen una sola vocación bien definida, generalmente se destacan en distintas expresiones artísticas, como la danza, la música, la pintura, la escultura, la literatura, la arquitectura o el teatro y también en el deporte.

El trabajo es la tarea que demanda mayor cantidad de horas de ocupación por día, por lo que es necesario saber elegir bien la actividad que se va a desarrollar en la vida, porque hacer lo contrario puede producir una gran frustración personal que puede llevar a muchos a la depresión, o a adquirir hábitos no saludables.

Las encuestas a nivel mundial han mostrado que es muy elevado el porcentaje de personas en el mundo que están haciendo lo que no les gusta, muchas veces por haber torcido su inclinación natural. Ésta es una razón suficiente para que toda persona tenga igualdad de oportunidades para desarrollar su vocación.

Todos los trabajos son dignos y el que hace su trabajo con creatividad, amor y entusiasmo puede vivir dignamente haciendo lo que le gusta.

No hay ninguna ocupación que sea mejor que otra, porque la vocación solamente se puede valorar con respecto a un individuo en particular y no con respecto a todos en general.

Elegir seguir la propia vocación es tener la posibilidad de elegir un modo de vida y un destino.