Muchos
libros se han escrito sobre ventas ya que por cierto, son las ventas las que mueven el mundo de
hoy.
La
Programación Neurolingüística sostiene la idea de que trabajar con gusto es la
clave para ser una persona exitosa en cualquier tarea; y con respecto a las ventas, el vendedor más hábil es el que ayuda a las personas a obtener lo que desean.
Hay
una definición que afirma que la publicidad es el arte de captar la atención del
público para quedarse con su dinero, pero también hay que reconocer que no
sabríamos de la existencia del producto que necesitamos si no fuera por la
publicidad.
Un
recurso importante en ventas es que el vendedor tenga objetivos bien claros y pueda
sintonizar bien con los objetivos del cliente; porque los negocios que más trabajan no siempre son los que están mejor ubicados sino
los que tienen empleados que se interesan por las necesidades del público, los
que tratan de enterarse de qué es lo que están haciendo sus clientes y para qué
necesitan lo que buscan.
Personalmente
tuvimos una experiencia de este tipo en una pinturería reconocida de una
localidad del gran Buenos Aires, cuando tuvimos la necesidad de comprar pintura.
El
vendedor, alguien de mucha experiencia, no solamente nos asesoró con lujo de
detalles sobre la pintura más adecuada a nuestras necesidades, sino que se ofreció para visitar nuestro
domicilio y observar la superficie que queríamos pintar para hacer una mejor
evaluación de nuestras necesidades.
Frente
a esta actitud, quedamos no sólo muy agradecidos y complacidos sino que nos
convertimos en asiduos clientes de ese negocio.
Un
vendedor tiene que creer en los productos que vende hasta el extremo de desear
usarlos él mismo por las ventajas que él expone a sus clientes.
La
falta de congruencia de un vendedor es la que hace que su discurso resulte poco
creíble y que su cliente desconfíe y se aleje.
La
congruencia es necesaria para actuar con sabiduría, porque se trata de la
integridad general de un ser humano, o sea de la forma en que encajan sus
acciones con los sistemas e intereses más amplios de los demás.
También
es útil para un vendedor, imaginar cómo las situaciones que le interesan se concretan
permitiéndole lograr sus objetivos ya que de ese modo podrá explorar
otras posibilidades.
Y
por supuesto todo vendedor tiene que contar con un plan B y pensar qué haría si pasa lo peor, o
sea que la venta se difiera o no se concrete, utilizando el recurso de la planificación hacia abajo, un proceso que usan
las compañías de seguros con mucho éxito.
Todos
vivimos en el mismo planeta, sin embargo tenemos distintos puntos de vista
sobre él, por eso tenemos conflictos.
Dos
personas pueden estar viendo la misma cosa y darle una interpretación
totalmente distinta.
De
esta forma surgen las distintas concepciones del mundo, las filosofías de vida,
las religiones, los valores humanos, la política, las motivaciones y los
intereses.
La
Programación Neurolingüística intenta reconciliar intereses en conflicto para
encontrar un punto de convergencia y enseñar a ponerse en el lugar del otro.
Aprender
a ser congruente es garantía de éxito para todo vendedor, por lo tanto tienen que asegurarse de no actuar en forma incongruente.
Una
señal que advierte cuando se está siendo incongruente es no sentirse plenamente convencido de lo lo hacen o dicen, porque ser
consciente de la duda, les permitirá callar a tiempo y también ahorrarse muchos problemas.
Los
vendedores mediocres tienen poca congruencia y ésta se puede detectar con facilidad
observando si lo que dicen revela estar diciendo lo contrario de lo que
piensan.
El
problema de la incongruencia se relaciona con los valores que nos motivan y que
dirigen nuestra conducta, porque ser incongruente es actuar en contra de
nuestros valores.
Si
dos personas comparten los mismos criterios y valores tendrán una buena
sintonía, y esto sirve no solamente para hacer una venta sino también para
cualquier otro tipo de relación humana.
Los
valores tienen que ver con lo que es importante para una persona, qué es lo que
lo motiva en forma genuina y cuál es su verdad.
Ponerse en sintonía es ser capaz de pensar como el otro, comprender sus necesidades y sus deseos y esforzarse por satisfacerlos.
Ponerse en sintonía es ser capaz de pensar como el otro, comprender sus necesidades y sus deseos y esforzarse por satisfacerlos.
Fuente:
“Introducción a la PNL”, Joseph O´Connor y John Seymour.
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