Una mente calma es la clave de la salud perfecta.
Estamos diseñados para estar siempre sanos porque
nuestro cuerpo posee un mecanismo inmunológico capaz de resolver cualquier
problema; sin embargo el estrés puede matarnos.
Experiencias realizadas en cárceles de los Estados
Unidos demostraron que mediante la meditación los reclusos reducían su nivel de
violencia y podían aprender a controlar sus impulsos.
Se trata de sentir el cuerpo como un todo dejando
que la mente se concentre en la respiración y pueda sentir las sensaciones del
cuerpo durante cuarenta y cinco minutos.
Tan importante como sentir la respiración es prestar
atención hacia dónde tiende a dirigirse la mente, sin rechazar los pensamientos pero sin quedarse en ellos.
Esta práctica realizada en forma habitual produce la
estimulación del área pre frontal cortical izquierdo, zona asociada con las
emociones positivas y con la felicidad.
Después de ocho semanas de entrenamiento, el grupo
de meditadores que recibió una vacuna antigripal, comparado con otro grupo que
no meditó, presentó una mayor cantidad de anticuerpos, comprobándose en esta
prueba la correspondencia entre la meditación y la mejor respuesta del sistema
inmunológico.
Esta metodología produce realmente diferencias en el
cerebro relacionadas con la percepción y la filtración de emociones en
situaciones que producen estrés, permitiendo manejarse mejor con las emociones
agresivas y de temor.
La mente también puede influir en un proceso de
sanación; por ejemplo en la psoriasis, enfermedad caracterizada por la
proliferación no controlada de células de la epidermis.
Estas células crecen y forman escamas que pueden
cubrir todo el cuerpo y que producen picazón.
La piel puede recuperarse sola y lograr períodos de
normalidad, pero el estrés la empeora y estimula el florecimiento de la
psoriasis.
La meditación mejoró notablemente la respuesta al
tratamiento de radiación ultravioleta en mayor proporción que los enfermos que
no meditaron.
Durante la práctica de la meditación, el cuerpo
muestra señales evidentes de profunda relajación y puede llegar a lograr un
nivel de descanso dos veces más profundo que el del sueño, pero con la mente
alerta, vivaz y tranquila.
Los efectos beneficiosos de la meditación comienzan
desde el primer día, pero se van acumulando con el tiempo hasta llegar al punto
en que el estado de relajación de la conciencia expandida se puede mantener
durante toda la actividad que se desarrolla en el día.
Cientos de estudios al respecto muestran que a largo
plazo la meditación produce descenso de la hipertensión y de los niveles de
colesterol en sangre; disminución voluntaria del consumo de alcohol, del
cigarrillo y de las drogas recreativas, porque ya no se apetecen; mayor
lucidez, inteligencia y creatividad, mejoramiento de las habilidades motoras y
de la capacidad de aprendizaje.
Teniendo en cuenta que el nivel de presión arterial,
la capacidad auditiva y visual y otros indicios comunes suelen alterarse durante
el envejecimiento, la meditación ha mostrado también una inversión en este
proceso.
Malena Lede - Psicóloga
"Mindfulness" - Jon Kabat-Zinn
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