Detrás de los sentimientos negativos están las malas
experiencias, las frustraciones, las desilusiones, los fracasos, las ofensas,
la baja autoestima, o sea el no poder perdonar a otros o perdonarse.
Perdonar o perdonarse es difícil porque implica
borrar de la mente lo que en algún momento nos afectó y poder continuar como si
no hubiera pasado nada. Sin embargo es la forma más sencilla para superar la
tristeza crónica, el mal carácter y la amargura y para liberarse del rencor y
del resentimiento, emociones negativas que favorecen el desarrollo de
enfermedades graves.
Pedir perdón y ser perdonados nos brinda la paz más
profunda, en cambio la venganza es un arma de doble filo porque termina
volviéndose sobre nosotros.
Perdonar no es olvidar o consentir en lo que otros
nos hicieron, es una conducta adaptativa que favorece las relaciones
interpersonales y nos libera de la preocupación y de los conflictos.
El perdón alivia el estrés, nos hace mejores
personas, nos ayuda a crecer y a estar más saludables, nos hace seres más
libres y nos evita gastar energía.
El perdón es un proceso que comienza aceptando los
hechos como son. Esto no es fácil porque
todos nos aferramos a nuestras ideas y no vemos la realidad como es.
Es importante reconocer qué es lo que nos hiere tan
profundamente y por qué razón ya que la mayoría tiende a repetir historias sin darse cuenta, a negar sus fallas y
errores y a minimizar la parte de responsabilidad que tiene en los hechos.
Tenemos tres recursos para enfrentar situaciones que
nos hacen enojar, uno es negar que estamos enojados y tragarse las broncas, el
otro es expresarlas de alguna forma, que es mejor, y otro, de más elevado nivel que es perdonar y dejar atrás el
asunto.
Por lo general, las personas que se sienten
agredidas no piensan solamente en esa situación en particular sino que la
conectan con experiencias similares del pasado y le agregan al hecho presente
la cuota de emoción ya vivida, lo que
hace que se incremente el monto de agresión que sienten. “A mí siempre me pasa
lo mismo”.
Podemos perdonar por convicción gracias a la propia voluntad
de ser fiel a nuestros principios o bien impulsados por los preceptos de la
religión a la que pertenecemos, o por el
afecto que sentimos por la persona que nos ha ofendido, teniendo en cuenta que todos cometemos errores
y que nadie es perfecto.
La persona muy susceptible a la crítica puede
enojarse fácilmente por cualquier cosa, suele ofenderse con facilidad y buscar
las intenciones ocultas en cada conversación que participa. Pero no hay que olvidarse que lo que los
demás dicen no es exactamente lo que los otros escuchan sino la interpretación
que hacen.
Una actitud negativa puede hacer que el significado
de todo lo que escuche se preste a distintas interpretaciones en función a las
experiencias previas con el interlocutor y también debido a los propios
prejuicios.
¡Qué me habrá querido decir?, una pregunta que las
personas susceptibles se suelen hacer aunque
el mensaje que reciban sea suficientemente claro. El diálogo interno es
el que finalmente triunfa, al decidirse prestar atención al propio razonamiento
equivocado.
Es una cuestión de actitud que responde a una manera
de pensar negativa y que inunda a cerebro y lo condiciona para responder con
suspicacia.
Cambiar la cara y animarse a sonreír es el primer
paso en la comunicación para lograr mejores respuestas, predispone a la
colaboración y evita de entrada reacciones adversas.
Malena Lede -
Psicóloga
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Hola Malena,
ResponderEliminarMe gustaría mucho tu amable consejo. Mi novio y yo fuimos novios hace casi 3 años, terminamos por la poca accesibilidad que teníamos para vernos... Además, dos meses atrás de iniciar nuestra relación! Su hermana mayor murió en un accidente y a raíz de ese problema él sufre de depresión. Hace unos meses regresamos, todo iba bien. Lamentablemente tuve problemas hormonales que cambiaron mi estado de ánimo hasta desesperarlo y discutimos, le dije hasta que ya no quería ir al gimnasio, me discutió diciendo que porque era así y le molestaba mi poco esfuerzo. le pedí disculpas y le explique porque estaba así, me dijo que estaba bien, el comprendía, pero luego me dijo que el creía que en medio de una tormenta yo me ahogaría en unas gotas y que su vida es tormentosa... Discutimos! Al final le dije que no lo dejaría por mas difícil que fuera estar juntos... Al día siguiente de esa discusión no me hablo igual, estaba cortante y hablábamos a medias, esa misma noche me dijo (entre la media plática) que lo tenia mal el momento, na fecha y la depresión! ya no supe que decir, ya que hace unos años por esa razón terminamos! En aquel entonces yo no sabia como actuar.
He estado leyendo sobre la depresión y entendí que debo comprenderlo. Pero realmente no entiendo porque solo conmigo se porta así, ya no es cariñoso ni amoroso ni me habla como hace unos días (hace 5 días me dijo cosas muy lindas y que me amaba, 2 días después de nuestra discusión (donde ya estábamos muy tensos) me dejo de hablar normal) que debí hacer? Entiendo que la depresión es una enfermedad y debo entender, pero quisiera me ayudara a saber porque solo conmigo esta así! Con sus amigos actúa normal, pero a mi me habla cortante. Ya no me quiere con él, o actúa así conmigo porque yo se que esta deprimido? Dentro de unas semanas se cumplen 3 años de la muerte de su hermana. Yo le sigo hablando de lo más normal tratando de hacerle ver que no esta solo! Sin hostigarlo, pero necesitó saber porque esta así conmigo.
Muchas gracias! Agradeceré tus comentarios!
ya comenté este comentario en Terapia de Grupo, malena
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