Se considera un milagro a la acción de un poder
sobrenatural superior a las fuerzas humanas; es un suceso extraordinario que
desafía la razón y que se atribuye a un poder divino.
La creencia en milagros existe en todas las culturas
y en casi todas las religiones.
En los últimos libros de los Vedas hindúes, el único
milagro digno de considerar es la experiencia de la introspección y la
transformación religiosa. Pero para el
Hinduismo popular, los yoguis ascéticos tienen poderes milagrosos.
Buda no le daba importancia espiritual a sus poderes
milagrosos; y el Nuevo Testamento
registra los milagros de Jesús, las curaciones y otros milagros. Los milagros son los que acreditan la
santidad de los santos cristianos.
Una cadena de oraciones puede tener efectos
curativos en una persona que se encuentra al borde de la muerte, aunque ella no
crea. Este fenómeno no puede ser
explicado por la ciencia, pero es algo que sucede.
Los científicos creen que aún no se conocen las
causas científicas de las curaciones milagrosas pero que es posible que esas causas racionales existan.
Es innegable que la creencia o energía de la fe le
da poder a las curaciones y es probable que creer tenga una base neurológica.
Por ejemplo, el efecto placebo hace que una
substancia que carece por sí misma de acción terapéutica produzca un resultado
curativo en un enfermo que esté convencido
de que dicha substancia posee tal acción.
Algunos sanadores han sido sometidos a pruebas
científicas de su poder sanador y las mediciones registran que éstos manejan
niveles energéticos superiores a los normales pero que su capacidad de precognición
suele dar como resultado vagas aproximaciones.
En una pequeña iglesia de una provincia del Norte
Argentino, los fieles creen ver una imagen de la Virgen a la cual se le
atribuyen poderes milagrosos. Los
científicos consideran que el interés religioso influye en la percepción de
fenómenos sobrenaturales, ya que fuera de contexto este fenómeno no se suele producir.
Lo que se percibe es lo que la gente cree y la razón
no puede comprender la creencia en algo que no se puede apreciar con los sentidos
ni registrar con instrumentos.
El poder del pensamiento puede revertir el curso de
una enfermedad y sanar el cuerpo pero también puede provocar dolencias graves y
matar a una persona, o sea que la creencia puede salvar la vida y también destruirla y es el espíritu el que tiene el poder de transformar la materia.
Los rituales en grupo, tribales o religiosos,
ayudan a afianzar la fe.
Malena Lede - Psicóloga
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